MAITINO:
SU HISTORIA

Contexto
La historia de Maite y Camino (nombrada “Maitino” por sus seguidores), tuvo lugar en la serie diaria Acacias 38, emitida por RTVE en colaboración con Grupo Boomerang, desde el año 2015 hasta mayo de este mismo año.
La teleserie, ambientada entre 1899 y 1920, se centraba en la vida de varias familias burguesas y sus respectivos criados en el barrio de Acacias. Durante sus 7 temporadas, las distintas tramas giran en torno a temas universales como el amor, el odio, las pasiones y las venganzas.
En noviembre de 2019, cuando Acacias emitía su quinta temporada, se produce la aparición de Maite Zaldúa, quien llega para revolucionar el barrio y para marcar un antes y un después en la vida de la joven Camino Pasamar.
Los personajes
Maite Zaldúa
Interpretada por Ylenia Baglietto. Maite es una pintora talentosa que llega desde París por temas relacionados con una herencia y se queda para pasar una temporada en el barrio. De espíritu rebelde y mentalidad abierta, Maite tiene ideas claras sobre la emancipación de la mujer, la igualdad de sexos y de clases. Un pensamiento contrario a las convenciones sociales de la época, lo que provoca varios choques con los vecinos del barrio. Con sus ideas revolucionarias y su franqueza para hablar sobre temas tabúes de la época, la pintora supone un soplo de aire fresco entre tanta intransigencia y falsas apariencias, convirtiéndose rápidamente en un personaje refrescante y atractivo de ver como espectador.

(Fuente: Pedro Valdezate/TVE)
Camino Pasamar
Interpretada por Aria Bedmar. Camino es la hija de Felicia, dueña del restaurante “Nuevo siglo XX”, en el cual trabaja junto con su hermano Emilio. El personaje es presentado como una joven tímida y amable que acarrea un pasado fatídico que le supuso un gran trauma y que le dejó como secuela la pérdida del habla. En la primer parte de la trama de la familia Pasamar somos testigos de como Camino poco a poco se integra al barrio, comienza a desarrollar su personalidad dejando atrás su pasado y recuperando la voz. Fiel a la mentalidad de la época, Felicia tiene la única aspiración de que su hija contraiga matrimonio con un hombre adinerado que le “asegure su futuro”, y que se dedique a su hogar y a sus hijos. Camino, a pesar de los designios de su madre, pasa sus ratos libres dibujando en su libreta, un talento que luego va a desarrollar por medio de las clases de pintura.

(Fuente: Pedro Valdezate/TVE)
Una historia de amor a principios del siglo XX
Su relación comienza siendo de profesora y alumna, ya que Maite al descubrir el talento y la sensibilidad de Camino para el dibujo, se ofrece a darle clases para potenciar sus cualidades artísticas.
En el estudio de Maite, entre óleos y pinturas somos testigos de como su relación se va desarrollando a fuego lento, por medio de sutiles miradas, de pequeños roces, de palabras cuidadas y gestos de amor y admiración entre ambas. Una de las fortalezas de
esta historia reside en el excelente guión, con diálogos y conversaciones sobre arte, belleza y libertad.
Por medio de las interacciones con Maite, a Camino se le abre ante sus ojos un mundo que ni siquiera sabía que existía. La profesora le comparte sus ideas sobre feminismo, sobre la importancia de ser uno mismo y de tomar partido en los problemas que afectan a
toda la sociedad. Provocando que la muchacha comience a replantearse las ideas que le habían sido inculcadas durante toda su vida, tomando conciencia de sus propios derechos y sobre la posibilidad de decidir sobre su cuerpo, su vida y su futuro. Desde este punto vemos como Maite además de suponer un interés amoroso para Camino, le marca una mejora circunstancial en su vida.
(Fuente: Pedro Valdezate/TVE)
En el transcurso de los capítulos, observamos como el vínculo entre maestra y alumna se convierte en una relación de amistad y finalmente de amor. Cuando Camino descubre que es posible el amor entre dos mujeres, los sentimientos hacia su maestra toman sentido y a partir de ese momento vemos la principal evolución de su personaje, que va a pasar de la timidez y la sumisión a la valentía, la fortaleza, y la determinación en sus convicciones y sentimientos.
Desde el comienzo de su relación, vemos a una Camino completamente segura de lo que siente, siendo la que derriba todas las barreras y los miedos de Maite, que se muestra reticente a iniciar una relación con ella y sobre todo, temerosa de las consecuencias que pueda tener su amor clandestino. Al contrario de lo que se podría pensar al principio, es la alumna quien enseña a la maestra el arte del amor y la importancia de seguir los propios sentimientos.

Maite y camino se dan su primer beso. (Fuente: Pedro Valdezate/TVE)
Como la mayoría de historias de lesbianas desarrolladas en este tipo de series y tomando en cuenta que un noviazgo de esta clase resultaba casi imposible a los ojos de la sociedad de 1913, Maite y Camino no la van a tener nada fácil y van a tener que enfrentar muchos obstáculos que pondrán a prueba su amor, principalmente cuando su relación es descubierta. Su lucha por estar juntas las lleva a situaciones límite, provocando momentos de flaqueza, pero en ningún momento llegan a dudar de lo que sienten la una por la otra. A pesar de su determinación ante todos lo que se oponen a su relación, pierden la batalla por seguir juntas, viviendo momentos muy difíciles. Pero cuando ya todo parece perdido, una nueva oportunidad surge de manera inesperada. Porque al final, “el amor siempre triunfa”.

Un reencuentro esperado. (Fuente: Pedro Valdezate/TVE)
En resumen, Maitino es una historia única contada desde el respeto y la diversidad, con actuaciones y un guión maravilloso, que te engancha desde un principio. Si quieres saber más sobre ellas puedes ver un resumen completo de sus escenas en Acacias en el canal de Youtube de Se interpone:
Además, te pueden interesar varios videos del canal de youtube de Rtve series con sus momentos y escenas más épicas. Aquí te dejamos dos por si quieres ponerte al día: